Básicamente quiero contar una historia que no es común, no es triste ni gris, es una historia basada en color y vida.
Todo empieza desde mi época de jardín; en este momento fue cuando descubrí la felicidad y la amistad, aprendí ser compañerista y pues pasaba muchos momentos divertidos pues cuando era el mes de diciembre nos daban muchos regalos y compartíamos momentos divertidos con mis amigos. Poco fui creciendo y de pronto llego la época del colegio, una de las épocas que me dio duro asimilar pues el cambio era increíble pero al cabo de unos mese me acostumbre al ritmo del colegio y créanlo que es una época muy buena y divertida pues ahí es donde se aprenden muchas cosas y pues conoces a mucha gente y es el momento en el cual empiezas a conocer lo que tenias en el hogar, ese hogar de amor, de comida y varias felicidades.
Me dolió dejar los brazos de mi madre porque no era como el jardín que era un corto tiempo allí adentro, las horas eran más largas, y me daba más hambre. Al tiempo llegaron las felicidades continuas de mi vida que aun sigo con ellas, y que me sirvieron de mucho para mi vida; las amigas. Ellas me empezaron a mostrar la vida de distintas formas, ya que nunca había compartido con mujeres, ellas me enseñaron el amor, el sabor, y la sensación de la música.
Más adelante conocí mi primer amor, gracias a la música y al baile. Me encontraba en secundaria con 14 años y fui a mi primera fiesta. Descubrí otra parte más de la vida, la fiesta, rumba o más conocida como la farra. Conocí cierto tipos de personas que me indujeron a la rumba, y de ahí mismo sale mi fanatismo por el género del rap, o hip hop para algunos, pronto fui dejando esa tendencias de otros géneros, por dedicarme a lo que realmente me apasionaba y me llamaba demasiado la atención, era esa música que muchos dicen que es para locos, drogadictos o ñeros, pero yo puedo decir que no, porque esta música me a llevado a conocer gente de alto nivel social, y reconocimiento. He trabajado con grandes artistas Colombianos, y también tuve la oportunidad de estar cantando con un grupo de rap llamado MONASTERIO.
Es aquí cuando a mis 17 años termino mi secundaria; empiezo a tener miedo al salir pero no, me doy cuenta que mi camino estaba aun más lleno de felicidad de lo que yo esperaba y tenía pensado para mi vida. Empecé a estudiar en la universidad INCCA ingeniería de sistemas y ahí fue donde conocí a DJ J, el cual fue el que me enseño ciertos tipos de manipulación con la llamadas torna mesas; empecé trabajando de DJ y me gusta demasiado porque veo el ambiente de la rumba de otra manera a lo que la ven los otros; yo me la disfruto más y en momentos deseo que nunca acabe porque en eses minutos, horas, o tal vez días, son los que me llenan de una de mis mayores alegrías.
Simplemente quería expresar y contar a la gente, que la vida no es de tristeza, la vida es de rumba y alegría.
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